Nació el día 12 de enero de 1894 en Villamanrique, Ciudad Real. Sus padres se llamaban: Antonino Bellón Rodríguez natural de Villahermosa y Victoriana natural de Villamanrique. Tuvo dos hermanos: Ángel y Dolores. en 1915 viven en La Plaza Nacional nº 7, el padre los dos hermanos y Antonia Gómez Giménez también de Villamanrique.
Era familiar del obispo de Cuenca, D. Wenceslao Sangüesa. Cursó sus estudios en el Seminario Conciliar de “San Julián” de Cuenca de 1907 a 1919. Fue ordenado el 22 de septiembre de 1917, previas letras dimisorias del obispo de Ciudad Real. El 5 de febrero de 1920 presentó instancia para tomar parte en la oposición a beneficiado, que había vacante en la catedral de Cuenca. Ese mismo año fue nombrado beneficiado de la Catedral y oficial del tribunal eclesiástico.
Fue detenido en la medianoche del 9 de agosto de 1936, junto con su hermano.
Asesinado en el camino de Nohales, Cuenca, el día 10 de agosto de 1936, de madrugada, junto con su hermano, Juan Félix contaba 41 años de edad.
Escribió numerosas poesías en El Pueblo Manchego en el primer tercio del siglo XX. Participa en el consejo de redacción del Semanario Independiente Marmolejo periódico semanal que sale por primera vez el 7 de agosto de 1932 en Marmolejo, Jaén.
A LA VIRGEN DE LA CARRASCA
Patrona de Villahermosa,
en el día de salida para su Santuario.
AMOR FILIAL
¡Oh dulce señora mía!
¡Oh Virgen de la Carrasca!
¿Quien, al mirar tu hermosura,
quien, al posrarse a tus plantas,
no siente hervir los amores
en lo más hondo del alma?
¡Oh rosa de mis pupilas!
¡Oh rosa de la alborada!
¡Cuantas veces, Madre pura,
en los años de mi infancia,
contemplando tu belleza,
enternecido lloraba!
¡Cuantas veces, si los duelos
en mi interior penetraban,
con tu sonrisa de gloria
benigna los ahuyentabas!
¡Sigue, Madre compasiva,
sigue, Reina idolatrada,
vertiendo sobre nosotros
el rocío de tus gracias!
¡Sigue siendo luz del ciego,
voz del mudo, amor del alma,
salud para los dolientes
y paño de nuestras lágrimas!
¡Oh dulce Señora mía!
¡Oh Virgen de la Carrasca!
Estos mis humildes versos,
flores de ingenua fragancia,
sean, por tanto milagro,
en tus manos, rosas blancas,
estrellas sobre tu frente,
y perlas en tu garganta.
Juan félix Bellón Parrilla, Pbro.
Cuenca- Septiembre 1919
A MARÍA REINA DE LAS FLORES
Madre, si yo tuviera
de serafín mi pecho, tierno y blando,
todo te lo ofreciera
y yo muriera amando
y con tu amor mi pecho consolando
Quien te adora en el mundo, madre mía,
goza de un paraiso anticipado,
pues, madre, siempre velas noche y día
por aquel que en el mundo sale ansía
será tus ojos hijo muy amado
Quien mira tu rostro hermoso
se admira de la belleza,
hermosura y gentileza
que te dio el Dios bondadoso.
Cuenca 1919. Juan Félix Bellón Parrilla
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EUCARISTÍA
Cuan dulce y regalado
no fuiste para mi, Jesús Divino
desde que ya a tu lado
saciaste con tu vino
mis ansias de sediento peregrino.
Jamás en los ensueños
que en mi mente forjé con la locura
de místicos empeños,
me hallé con la ventura
de idearte una vez con tal dulzura.
La miel más deseada
que elabora la abeja con sus flores,
no anuncia al ser gustada
aquellos tus dulzores
que llevan derretidos tus amores.
Ni la fugaz presencia
de todos los rosales florecidos
trascienden a la esencia
de aquellos tus vestidos
que en púrpura y azul están teñidos.
Todo en ti Jesús mío
tiene la suavidad del terciopelo,
y el frescor del rocío
y el encanto del cielo,
y el toque de la paz y del consuelo.
Si me miran tus ojos
y mi frente febril tu labio besa
siento que mis enojos
tornándose en pavesa
el viento se los lleva en nube espesa.
Si el aura de tu aliento
aletea en mi espíritu propicia
diríame que siento
algo de la delicia
con que a la rosa el céfiro acaricia.
Y cuando me aflijo
me estrechas fuertemente con tu brazo
como si fuera tu hijo
diría; no hay abrazo
como el que Tú me das en tu regazo.
Villahermosa 15-junio-1933. Juan Félix Bellón Parrilla
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