LA INQUISICIÓN EN VILLAHERMOSA

 

    Fragmentos en los que se hace referencia a vecinos de Villahermosa que fueron juzgados por la Santa Inquisición en el siglo XVII. Los documentos originales de los procesos, se encuentran en el Archivo Histórico Nacional, sección Inquisición y están recogidos junto con otros de la Solana y el campo de Montiel en el libro de Concepción Moya García, titulado La Inquisición en la Solana y otras Villas del Campo de Montiel editado por la Fundación Histórico Cultural Paulino Sánchez Delgado en el año 2005.


    FRANCISCA GARCÍA, vecina de Villahermosa y viuda de Juan de Niebas siendo acusada de haber aconsejado a varias vecinas que “tener una mujer dos o tres galanes y tratarlos torpemente no era pecado”, además de realizar algunas supercherías, habiendo amenazado a uno de los testigos que habían declarado contra ella. Fue encerrada en las cárceles secretas y sus bienes embargados, fue condenada el 12 de octubre de 1662 a ser advertida y reprendida leyéndose su sentencia sin méritos, a lo que se unió un año de destierro, sentencia que se ejecutó dieciocho días después. (MOYA GARCÍA, C., “la Inquisición... Págs. 142 y 167).

    CATALINA ROMERO, viuda de Juan Romero y vecina de Villahermosa, fue acusada de haber dicho en presencia de otras mujeres que “el pecado del amancebamiento se quitaba con el agua bendita y que ella estaba amancebada”, indicando los testigos que Catalina era “algo alocada”. Estos hechos ocurrieron en agosto de 1645, decidiendo el tribunal murciano el 19 de septiembre de 1646 que se mandase comparecer a la acusada ante dicho tribunal, lo que se indicó al comisario de Villahermosa para que citase a la rea. Ante la falta de noticias, el 20 de marzo de 1648 se vuelve a pedir al comisario que ejecutase lo mandado, recordándole que es una causa muy retardada. A pesar de todo el comisario no contestó, ni la rea fue advertida o reprendida. (MOYA GARCÍA, C., “la Inquisición… Pág. 167).

    PEDRO MARTÍNEZ ZAPATERO, vecino de Villahermosa fue procesado por haber indicado que el estado del matrimonio era mejor que el de los clérigos y frailes “por ser le primero que Nuestro Señor había instituido”. (MOYA GARCÍA, C., “la Inquisición… Pág. 176).

    MELCHORA MARTÍNEZ, soltera apodada “la Avispa”, vecina de Villahermosa fue acusada de "algunas supersticiones" aunque no debían ser muy graves pues su causa fue suspendida, lo mismo le ocurrió a MARÍA CASTELLANOS, también vecina de Villahermosa, comadre de parir, que fue acusada de lo mismo que la anterior. (MOYA GARCÍA, C., “la Inquisición… Pág. 137).

    Dentro de la estructura del funcionariado de la Inquisición, la base estaba ocupada por los Familiares del Santo Oficio, que se encargaban de descubrir y denunciar a los transgresores así como de que fueran trasladados los denunciados a la cabecera del tribunal donde serían juzgados. Villahermosa llegó a contar con cuatro Familiares vecinos y residentes en el pueblo. El cargo fue ocupado fundamentalmente por hidalgos y acaudalados. En Villahermosa la Familiatura la ostentaron en diversas ocasiones los Abad. Sancho Abat, casado con Catalina de Moya fue Familiar del Santo Oficio y Alcalde de la Santa Hermandad en 1585. Sus hijos Bartolomé Sánchez Abat y Sancho del Abat Muñoz Moya también fueron Familiares del Santo Oficio. Siguiendo la tradición Sancho Abat Catalán, Regidor de Murcia y Alguacil Mayor fue Familiar del Santo oficio en Villahermosa en 1643. Villahermosa también contó con un Comisario del Santo Oficio en 1771. Esteban Pérez Cabellos era presbítero en Villahermosa y Comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Murcia.