Nació en Villahermosa el 28 de diciembre de 1931. Cursó sus estudios en dicha localidad y en Valdepeñas, para para después realizar la carrera de Magisterio en Ciudad Real.
Escribió en numerosas publicaciones nacionales y de Hispanoamérica, entre ellas en el Diario Lanza por los años 50 y principios de los 60.
Su Antología 1954, compartida junto a otros compañeros de viaje, nos muestra el sentido profundo de su poesía, basada en gran parte en su vida personal y en sentimientos de amores imposibles como Bécquer, aunque no le agradaba se comparase su poesía con la del poeta sevillano.
Al iniciar las vacaciones de la Semana Santa de 1962, emprendió su último viaje. Iba de Fontanerejo donde ejercía de maestro hacia Villahermosa. En Ciudad Real, obligada escala de autobús, estuvo en un establecimiento realizando unas compras cuando comenzó a sentirse mal, falleciendo al instante. Su cuerpo fue trasladado a Villahermosa recibiendo sepultura en el panteón familiar.


SOMBRA Y SILENCIO
(A mis tres amigos)
¡Por Dios, callad, callad! no habléis de amores.
No recordéis historias ya pasadas.
Quiero olvidar en vano sus miradas.
Quero calmar en vano mis dolores.


Sí...Sí... yo sé que es cierto que las flores
Nos brindan sus perfumes en oleadas
De armonía, que aun hay carcajadas,
Que aun hay primavera y ruiseñores.

Solo aspiro a soñar en mi penumbra,
A esperar que el recuerdo que me alumbra
La imagen de sus ojos, de su boca,

Lentamente se apague en su agonía.
A vivir de esta pena, que es tan mía,
Hasta que mi alma triste se haga roca.

Francisco Moya